¿QUIENES SOMOS?
UIJ es un organismo internacional, con magistrados representantes en 15 países de America del Sur, Centroamérica, Caribe, México y Península Ibérica.
Su objetivo es agregar quienes, en despliegue de sus esfuerzos globales, no sólo buscan establecer vínculos entre Jueces de diferentes países, sino también con quienes integran el sistema judicial ya sea en forma individual o colectiva, repartidos en los países de habla española y portuguesa.
Abierta a todos los que integran el Sistema judicial como Jueces y Magistrados Latinoamericanos que ejerzan o hayan ejercido la Magistratura; así como a asociados adherentes Fiscales del Ministerio Público, Defensores que sean parte del Ministerio de la Defensa Pública, Peritos y Especialistas técnicos, que formen parte del sistema judicial; con miras a lograr la excelencia en el ejercicio de la tarea judicial, intercambiando conocimientos y experiencias en forma globalizada.
La UIJ es bilingüe y posee como idiomas de trabajo el español y portugués.
Tiene como objetivo primordial establecer lazos de unión entre Jueces y Magistrados, procurando nacional e internacionalmente, la defensa de los principios que consagran la independencia del Poder Judicial, la igualdad, el respeto y la democracia, en el ejercicio de la Magistratura, del Derecho y la integración Iberoamericana, pugnando por la excelencia en la actividad judicial
Con vocación formadora, la UIJ durante todo el año ofrece seminarios, cursos y distintos eventos de formación continua en varios países, con el fin de impulsar la integración y cooperación entre los miembros del sistema judicial en Iberoamérica; promoviendo la investigación internacional en relación a los problemas que se suscitan en la justicia; por medio del intercambio de información sobre programas, metodologías y sistemas de capacitación judicial, promoviendo la humanización de la tarea dentro del sistema jurisdiccional con el objetivo de considerar al administrador de justicia como un ser integral orientando sus esfuerzos en la atención del conflicto humano que se encuentra en la base de todo proceso judicial; todo esto en el marco de una estructura funcional democrática, en torno a la participación abierta y activa de sus miembros.
Por ello propugna representar y defender los derechos y prerrogativas de los que integran la judicatura, tanto en el ámbito nacional como internacional, en aras al fortalecimiento de la independencia judicial y por ende del sistema democrático.